Las plantas de reciclaje ideales para el tratamiento de residuos plásticos urbanos e industriales

Gestionar adecuadamente los residuos significa, en primer lugar, poder clasificarlos de la forma adecuada, para luego enviarlos a las plantas de recuperación y reciclaje más adecuadas, que varían según la cantidad y tipo de producto a tratar y su peligrosidad.

 

Residuos urbanos vs residuos especiales

Para clasificar los residuos es necesario en primer lugar establecer si pertenecen a la familia de los residuos urbanos o de los residuos especiales. Esta clasificación es fundamental porque solo así es posible tratar cada tipo de residuo de la forma correcta, evitando la contaminación o polución ambiental.

Dentro de la familia de residuos urbanos encontramos:

  • Todos los residuos producidos dentro de las viviendas civiles, independientemente de su tamaño.
  • Residuos no peligrosos de lugares distintos a los domiciliarios que, sin embargo, pueden asimilarse en calidad y cantidad a los residuos domésticos (cada municipio establece qué actividades se pueden considerar “asimiladas”, en base a las directrices nacionales)
  • Residuos de las actividades de limpieza viaria
  • Residuos abandonados en la calle o en lugares públicos
  • Residuos de jardines, parques, cementerios y otras áreas verdes
  • Residuos por actividad cimenterial.

Si bien, en cambio, son parte de desechos especiales:

  • Residuos producidos por actividades agrícolas
  • Residuos derivados de las actividades de excavación, construcción y demolición
  • Residuos de procesos industriales y artesanales
  • Residuos producidos por actividades comerciales y de servicios
  • Residuos derivados de las actividades de recuperación y eliminación de residuos
  • Residuos derivados de actividades sanitarias
  • Maquinaria y equipo obsoletos
  • Vehículos al final de su vida útil y sus componentes.

Es importante destacar que “residuos especiales” no significa automáticamente “residuos peligrosos”: los residuos especiales deben eliminarse de acuerdo con procedimientos y regulaciones específicos, que difieren según la calidad, cantidad y lugar de producción, pero esto no significa que se producen intrínsecamente dañinos para el medio ambiente o para los seres humanos, al igual que los residuos urbanos no requieren necesariamente una atención especial. Un frigorífico o una lavadora que se utilice en el hogar, por ejemplo, al ser un producto RAEE, debe eliminarse siguiendo un procedimiento específico, incluso si se trata de residuos municipales a todos los efectos. Además de la primera distinción entre residuos urbanos y residuos especiales, por lo tanto, siempre debe hacerse una clasificación adicional, que es necesaria para distinguir los residuos peligrosos de los no peligrosos.

 

Cómo tratar los residuos plásticos urbanos y especiales

Los residuos plásticos son producidos tanto por particulares dentro de sus hogares como por plantas industriales o artesanales, por lo que pueden clasificarse tanto como residuos urbanos como residuos especiales.

Esta clasificación afecta a su tratamiento: los residuos plásticos urbanos, separados directamente por los usuarios y enviados a los contenedores de recogida correspondientes, se envían automáticamente a los centros de reciclaje. Aquí se someten a una selección inicial, necesaria para eliminar cualquier componente no plástico presente en ellos, y luego se dividen aún más, separando los plásticos más ligeros (como PE y PP) de los más pesados ​​(PET y PVC). Los diferentes tipos de plástico, a veces diferenciados también en función de su color, se lavan, separan, centrifugan y muelen para obtener astillas o copos de tamaño uniforme, que luego pueden reutilizarse de diversas formas. Este complejo conjunto de operaciones se realiza con diferentes tipos de trituradoras y granuladores, que varían según el tipo de plástico tratado y el uso previsto del plástico reciclado.

Los residuos plásticos industriales se someten a un tratamiento similar, pero la legislación que les concierne es más estricta, ya que la ley establece límites a la entrega de residuos especiales en las distintas plantas. Cada planta de disposición debe cumplir con restricciones particulares que limitan la cantidad y calidad de los residuos que pueden ser tratados internamente, en cumplimiento de la AIA (Autorización Ambiental Integrada); También por este motivo, los residuos especiales pueden eliminarse en fábricas ubicadas en cualquier lugar, mientras que los residuos urbanos necesariamente deben ser tratados en la provincia o región en la que se produjeron.

Todos los residuos industriales se clasifican con un código CER (European Waste Code, una combinación de 6 dígitos que permite identificar el tipo de producto a eliminar y su proceso de producción, así como saber si es un residuo peligroso o no) y posteriormente analizados para verificar su composición, con el fin de establecer a qué planta se pueden enviar para su eliminación y reciclaje. Una vez definida la planta de destino, los residuos se transportan desde el lugar de producción al lugar de disposición por medios especiales, acompañados de una serie de documentos que garantizan la trazabilidad de los residuos en todas sus etapas de tratamiento.

Cuando llega a la planta de reciclaje, los residuos plásticos industriales siguen un camino similar al de los residuos municipales y luego se muelen con trituradoras y granuladores, para ser transformados en chips, escamas o escamas para ser reutilizados como materia prima secundaria.

 

 

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