La normativa que rige la eliminación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se actualiza constantemente, ya que las cuestiones medioambientales tienen una gran importancia en la agenda política italiana y europea. Todos los estados miembros de la UE, de hecho, están obligados a implementar acciones concretas para lograr los objetivos del llamado “Green New Deal” de la Unión Europea, un programa que establece objetivos precisos a alcanzar en el período 2020-2050 con respecto a varios Temas centrales para la protección del medio ambiente (reducción de emisiones de CO2, reducción de la producción de residuos, aumento del porcentaje de residuos reciclados, sostenibilidad global de las actividades industriales, etc.).
El propósito del Green New Deal es promover, en toda Europa, la transición de una economía lineal a una economía circular, en la que los residuos producidos no se consideren residuos, sino que se conviertan en materia prima para nuevos procesos, por eso las leyes relativas al correcto tratamiento, valorización y reciclaje de todo tipo de residuos se actualizan constantemente.
Cómo se reciclan los RAEE: las principales referencias regulatorias
La normativa relativa a la correcta gestión de RAEE está contenida en la Directiva 2012/19/UE, implementada por Italia con el Decreto Legislativo 49 de 14 de marzo de 2014. Este decreto, que entró en vigor el 12 de abril de 2014 y está específicamente dedicado al tratamiento de RAEE, regula la gestión de residuos de equipos eléctricos y electrónicos en todo el territorio nacional y “actualiza” el anterior decreto relativo a esta materia, Decreto Legislativo 151/2005.
El decreto especifica las diferentes definiciones de RAEE, introduciendo entre otras cosas también paneles fotovoltaicos entre los equipos eléctricos y electrónicos cubiertos por la legislación, y define más claramente la diferencia entre RAEE domésticos y RAEE profesionales; posteriormente, especifica claramente que el tratamiento de los RAEE debe realizarse de forma que favorezca la reutilización de las materias primas y expresa algunas obligaciones que incumben directamente a los productores (consecución de unos objetivos mínimos de recuperación y reciclado, obligación de mantener un registro de RAEE, obligación de adherirse a sistemas de recogida individuales y colectivos …). Otro punto importante es el relativo a los métodos correctos de recogida de RAEE, que deben ser almacenados en depósitos especiales en los distribuidores antes de ser transportados a los centros de recogida y tratamiento.
El decreto, además de regular los aspectos estrictamente técnicos y organizativos y definir las sanciones administrativas para quienes incumplan lo establecido en la ley, también enfatiza los principios fundamentales en los que se basan las normas relativas a la correcta eliminación de RAEE, a saber:
- Reducir el impacto medioambiental de los RAEE actuando también de forma preventiva, durante la producción de los electrodomésticos.
- Fomentar la reutilización, el reciclaje y la recuperación de RAEE, para utilizar los recursos de forma más eficaz
- Obligar a los productores y distribuidores de equipos eléctricos y electrónicos a financiar el sistema de recuperación y reciclaje de RAEE.
Todas las innovaciones introducidas con el “Paquete de economía circular”
Las últimas novedades introducidas en materia de tratamiento de RAEE se recogen en el Decreto Legislativo 118/2020, que junto a otros decretos relativos a la gestión de diferentes tipos de residuos forma parte del denominado “Paquete de Economía Circular”.
El Decreto 118/2020, que entró en vigor el 27 de septiembre de 2020, implementa la directiva europea 2012/19 / UE y modifica en algunos aspectos el Decreto Legislativo 49/2014, introduciendo algunas innovaciones en particular en cuanto al tratamiento de paneles fotovoltaicos en desuso. Al respecto, de hecho, el decreto establece que “La financiación de la gestión de RAEE derivados de AEE fotovoltaicos corre a cargo de los productores independientemente de la fecha de comercialización de dichos equipos y de origen doméstico o profesional”. La legislación también establece que el Ministerio de Medio Ambiente italiano debe comunicar anualmente a la Comisión Europea los datos relacionados con la cantidad de equipos eléctricos y electrónicos comercializados y la cantidad de RAEE recogidos por separado.
En el “Paquete de Economía Circular” también existen otras normativas que, aunque no específicamente relativas a los RAEE, se aplican a todos los residuos peligrosos y que establecen:
- La obligación de llevar un registro electrónico (que sustituye al antiguo registro de carga y descarga) para la trazabilidad de los residuos.
- La obligación de almacenar adecuadamente los residuos que contengan contaminantes en depósitos temporales, antes de enviarlos a los centros de tratamiento.
- La obligación de enviar los residuos a los centros de disposición al menos trimestralmente (independientemente de la cantidad de residuos recogidos) o en todo caso cuando la cantidad almacenada alcance los 30 m3.
- La obligación de agrupar los residuos por categorías homogéneas antes de enviarlos a los centros de tratamiento, de conformidad con la normativa que regula el almacenamiento de las sustancias peligrosas contenidas en ellos.
Todas estas normativas comparten el mismo propósito: hacer que el proceso de reciclaje, recuperación y reutilización de residuos, y RAEE en particular, sea más eficaz y seguro, para proteger el medio ambiente y la salud humana y mejorar las materias primas presentes en ellos.
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