Soluciones CAMEC para gestionar los residuos hospitalarios de forma segura

El correcto tratamiento de los residuos hospitalarios es un reto tan importante como exigente: la gestión de este tipo de residuos, de hecho, está regulada por una estricta normativa (que se puede consultar en detalle en este enlace), necesaria para garantizar la seguridad de los operarios que entran en contacto con estos materiales potencialmente peligrosos y, lo que es más importante,  para proteger la salud pública, que podría ponerse en riesgo en caso de dispersión o contaminación.

CAMEC diseña, fabrica e implementa sistemas personalizados para el tratamiento de residuos hospitalarios, que permiten a las empresas operar en pleno cumplimiento de la normativa, garantizando el logro de los más altos estándares de seguridad y maximizando la cantidad de material correctamente tratado y recuperado, listo para ser enviado para su uso posterior.

Cómo se separan los residuos hospitalarios

Es importante subrayar, en primer lugar, que no todos los residuos producidos en un hospital son necesariamente peligrosos: de hecho, la legislación establece que todos los residuos producidos por instalaciones públicas y privadas que realicen actividades médicas y veterinarias de prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación e investigación, independientemente de su peligrosidad, deben considerarse "residuos médicos".  

Por lo tanto, una estructura compleja como un hospital o una residencia de ancianos producirá varios tipos de "residuos médicos", que deberán tratarse de manera diferente según sus características:

  • Los residuos sanitarios asimilados a los residuos municipales (cajas, envases, residuos alimentarios, residuos producidos durante la preparación de las comidas...) deben tratarse como RSU normales, siempre que no hayan entrado en contacto con entornos con riesgo de infección.
  • Los residuos médicos no peligrosos (por ejemplo, residuos metálicos o de vidrio no voluminosos y no punzantes) deben tratarse como residuos no peligrosos normales.
  • Los desechos médicos peligrosos que no corren el riesgo de infección (por ejemplo, baterías, instrumentos que contienen mercurio, reactivos utilizados en laboratorios analíticos) deben tratarse como desechos especiales.
  • Los residuos médicos peligrosos con riesgo de infección (agujas, jeringas, catéteres, material de apósito, cánulas, objetos punzantes, objetos procedentes de entornos donde existe riesgo de infección...) deben gestionarse con precauciones especiales, para evitar la propagación de infecciones. Las fases previas de almacenamiento, recogida y transporte deben cumplir con la normativa que regula el tratamiento de los residuos peligrosos, y una vez llegados a la planta de tratamiento deben ser destruidos térmicamente o esterilizados en plantas especiales.
  • Los residuos médicos que requieren métodos especiales de eliminación (medicamentos caducados o contaminados, medicamentos citotóxicos, sustancias psicotrópicas, etcétera) deben ser incinerados..

 

Tratamiento de residuos hospitalarios

La legislación establece que el tratamiento de los residuos hospitalarios debe tener como objetivo optimizar los métodos de recogida y clasificación, reducir su peligrosidad y promover, en la medida de lo posible, su valorización y reciclaje. Para lograr este resultado, es importante cumplir con los protocolos que regulan las fases de depósito previo, manipulación y tratamiento de los residuos, que deben estar estrictamente separados y almacenados en diferentes contenedores en función de la presencia o ausencia de riesgo infeccioso y de la presencia o ausencia de objetos espinosos y punzantes.

Los residuos médicos que presenten un riesgo infeccioso deben triturarse, manipularse y esterilizarse en recipientes herméticos especiales, capaces de garantizar el aislamiento completo del material del entorno externo en todas las etapas del procesamiento. Los residuos separados de esta manera, una vez reducidos en tamaño, se someten a intervenciones de higienización destinadas a reducir su carga bacteriana para llevarlos al nivel en el que la ley permite definirlos como "estériles". Una vez finalizado este tratamiento, el residuo puede ser considerado como un residuo especial no peligroso y, por tanto, utilizarse como combustible residual normal

De esta forma, es posible reutilizar incluso los residuos más complejos, evitando la necesidad de recurrir a procedimientos como la incineración que, aunque no suponen un riesgo para la salud, generan emisiones a la atmósfera.

 

Plantas CAMEC para el tratamiento de residuos hospitalarios

Las plantas de tratamiento de residuos médicos diseñadas por CAMEC se construyen de forma personalizada partiendo de las necesidades de la estructura que tendrá que utilizarlas y  poniendo en primer lugar la necesidad de garantizar los más altos estándares de seguridad en todas las fases de trituración e higienización, para minimizar el riesgo de contaminación ambiental y proteger la salud de los operadores.

Todas las fases de manipulación de materiales se llevan a cabo mediante sinfines de acero inoxidable, perfectamente herméticos, que permiten enviar el material peligroso a la trituradora y, posteriormente, al desinfectante donde se llevan a cabo los procedimientos de esterilización. El material así obtenido no solo es perfectamente seguro en términos de salud, sino también adecuadamente reducido en volumen y uniforme en tamaño: esto permite su reutilización de manera óptima, en pleno cumplimiento de las normas que rigen este delicado sector.

 

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