Triturar los residuos de madera, moliéndolos hasta obtener un tamaño predefinido de astillas, es una solución óptima para proteger el medio ambiente y recuperar una valiosa materia prima que puede reciclarse al 100% y también volver a explotarse económicamente.
De hecho, la madera reciclada puede utilizarse para fabricar paneles de aglomerado para la construcción, puede convertirse en compost para ser utilizado en la agricultura, puede convertirse en la materia prima para fabricar nuevos productos, o puede convertirse en una fuente de energía para ser reutilizada, por ejemplo, para alimentar calderas de biomasa (la biomasa, recordamos, es la parte biodegradable de los residuos urbanos o industriales, y la madera entra perfectamente en esta categoría). Desperdiciar una materia prima tan versátil enviándola a un vertedero no sólo es antieconómico, sino también peligroso para el medio ambiente: el proceso de degradación natural de la madera en un entorno anaeróbico como un vertedero produce metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global si se dispersa en la atmósfera.
Por todas estas razones, procesar adecuadamente la madera para su reciclaje es esencial, pero también potencialmente problemático, ya que los residuos de madera son voluminosos y su trituración crea muchas dificultades logísticas.
Los tipos de madera que se pueden reciclar
Los centros que manejan residuos de madera normalmente tienen que triturar tanto la madera virgen, es decir, la procedente de la tala de troncos y ramas, como la madera procesada que hay que eliminar. La madera procesada puede ser de muchos tipos: un caso especialmente complejo es el de la madera utilizada para hacer bobinas alrededor de las cuales se enrollan cables eléctricos u otros materiales utilizados en la industria y la construcción: los residuos de este tipo tienen una forma particular y pueden ser muy voluminosos y pesados, características todas ellas que complican considerablemente los procedimientos de trituración.
Trituración de madera para su reciclaje
La primera fase del tratamiento de la madera consiste siempre en su trituración, para reducir el tamaño del material, eliminar cualquier residuo de materiales diferentes (normalmente vidrio o metal), y obtener astillas que puedan ser fácilmente recogidas y enviadas a los centros de reciclaje adecuados.
Esta primera fase de trituración de la madera puede llevarse a cabo mediante una trituradora fija de alto rendimiento, que puede procesar eficazmente un material que no es fácil de reducir en tamaño, o mediante una trituradora móvil. Esta máquina en particular, dotada de un sistema de manipulación que permite acercarla a los residuos y colocarla en la posición más favorable para la carga, es capaz de simplificar el tratamiento de la madera a triturar, especialmente cuando hay que manipular residuos especialmente pesados o voluminosos.
Para ello, CAMEC ha desarrollado dos modelos diferentes de trituradoras móviles: la trituradora móvil DRM 475, disponible en versión sobre orugas y equipada con una criba para la selección del material de salida, y la trituradora autopropulsada DRM 650, que se desplaza mediante orugas y es perfecta para el tratamiento de residuos de gran tamaño.
Estas máquinas son la solución perfecta para las empresas que producen grandes cantidades de residuos de madera, pero también pueden utilizarse con éxito en las islas ecológicas o en los centros de tratamiento de residuos: la posibilidad de acercarse fácilmente a los residuos a tratar, combinada con la eficacia de las cuchillas y la presencia de accesorios diseñados para satisfacer las necesidades de las distintas realidades productivas, permite reducir el tamaño del material con seguridad y rapidez.
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