Estructura, funcionamiento y beneficios de una planta de clasificación de residuos
Dar una nueva vida a los residuos que se producen a diario en nuestras ciudades es una necesidad cada vez más acuciante. El problema no es nuevo: el hombre siempre ha buscado estrategias eficaces para recuperar y reutilizar sus materiales de desecho, pero el aumento exponencial de la cantidad de residuos producidos y la necesidad de cumplir con las normas italianas e internacionales para cumplir con la normativa italiana e internacional que exige avanzar hacia una economía circular.
La economía circular exige ahora que todas las administraciones públicas encuentren sistemas eficaces de recuperación, tratamiento y reciclaje de residuos.
Para diferenciar eficazmente los RSU, es posible equiparse con una planta de clasificación, que permite separar los diferentes componentes de los residuos indiferenciados de forma muy precisa para diferenciar eficazmente los RSU, es posible equiparse con una planta de clasificación, que permite separar los diferentes componentes de los residuos indiferenciados de forma muy precisa y obtener así un excelente material recuperado, listo para ser enviado a las plantas de reciclaje.
Esto permite separar con gran precisión los distintos componentes de los residuos no clasificados y obtener un excelente material recuperado, listo para ser enviado a las plantas de reciclaje.
Historia de las plantas de clasificación de residuos
La clasificación y el reciclaje de residuos son procesos con una historia muy larga, que está documentada en Italia desde el siglo XIII.
El hombre siempre ha buscado soluciones que le permitan reutilizar todos los materiales y objetos que han llegado al final de su vida útil, pero las cosas han cambiado considerablemente con el tiempo, especialmente con la introducción en el mercado de un gran número de productos de plástico en la segunda mitad del siglo XX. Estos productos, que por su un ciclo de vida muy corto, han provocado un crecimiento exponencial de la cantidad de residuos producidos diariamente, han hecho que los procesos de reciclaje sean cada vez más cruciales en todo tipo de situaciones.
Una cantidad tan grande de residuos indiferenciados no podía ser simplemente incinerada, ni tampoco enviada al reciclaje. Simplemente incinerados o enviados al vertedero, por razones relacionadas tanto con la disponibilidad de espacio como con el riesgo de dispersión el riesgo de emisión de contaminantes a la atmósfera y al agua.
Así, a lo largo de las décadas, las administraciones públicas y los gobiernos nacionales e internacionales se han visto obligados a adoptar procesos cada vez más estructurados para la recuperación de materias primas, lanzando campañas de apoyo a la correcta clasificación de los residuos y la instalación de plantas de separación de residuos en sus territorios con el objetivo de:
- Limitación de la extensión de los espacios de vertido
- limitar la dispersión de los residuos en el medio ambiente
- Reducir el despilfarro de recursos naturales
- Ahorro de energía
- Recuperar los componentes valiosos contenidos en los residuos
- Establecer una cadena de tratamiento de residuos eficaz y respetuosa con el medio ambiente y los seres humanos
El aumento de la cantidad de residuos que hay que tratar y la creciente importancia de las cuestiones medioambientales han llevado a muchas autoridades públicas a crear plantas ad hoc para la selección y el tratamiento de sus residuos.
Entre ellas se encuentran las plantas manuales de clasificación de residuos, que pueden contribuir de forma significativa a la valorización de los RSU. Su función es diferenciar los distintos tipos de los residuos, limitando al máximo la cantidad de material enviados al vertedero y obtener mayores cantidades de materias primas recuperadas, listas para su reventa o reutilización.
Estructura de una planta de clasificación de residuos
Una planta de clasificación de residuos es una instalación diseñada para permitir la separación de los materiales de los RSU con precisión y en un tiempo relativamente corto.
Su eficacia se basa en la presencia de operadores humanos que se encargan de seleccionar -dentro de los residuos no clasificados- materiales específicos, a continuación, se extraen de la masa y se envían a las siguientes etapas de tratamiento y recuperación.
Cada planta de clasificación se diseña, dimensiona y construye de forma personalizada según las necesidades particulares del territorio en el que opera, pero hay algunas máquinas y instalaciones que generalmente están siempre presentes:
- Una cinta transportadora, en la que se cargan los residuos y se desplazan por la planta y que también puede actuar como sistema de cribado si es necesario
- Trituradores o abridores de bolsas, que son necesarios para cortar las tripas en las que están contenidos los residuos y permitir que se extiendan en la cinta
- Una plataforma de clasificación en la que se colocan los operarios encargados de clasificar los residuos
- Contenedores para recoger los materiales individuales clasificados y los indiferenciados componente indiferenciado de los residuos que permanece en la cinta al final del proceso de clasificación.
Trituradora de doble eje
El recorrido de los residuos hasta la planta de clasificación es relativamente sencillo: las bolsas que contienen los RSU se cargan primero en la cinta transportadora y son cortadas por las cuchillas por el abridor de bolsas. Su contenido se carga en una segunda cinta y se lleva a un entresuelo, a continuación, el contenido se carga en una segunda cinta y se lleva a una entreplanta, donde los operarios realizan el proceso de clasificación. Los materiales extraídos de la masa sin clasificar se depositan en los contenedores situados debajo de la plataforma de clasificación. Una vez llenos, se vacían y se envían a las plantas de reciclaje. La parte indiferenciada de los residuos, en cambio, permanece en la cinta transportadora y se descarga en un contenedor separado, cuyo contenido se enviará al vertedero o se incinerará.
La separación de los residuos puede realizarse totalmente a mano, o puede integrarse con métodos de separación mecánicos o automáticos, como un tamiz para la separación mecánica de los residuos pequeños, mientras que algunos materiales pueden clasificarse automáticamente: el metal, por ejemplo, puede extraerse de la masa de residuos mediante un separador magnético, sin necesidad de intervención humana.
Hay muchas posibilidades de personalización, y es posible modificar el estructura de la planta para hacerla más eficiente.
Las ventajas de la separación manual
La elección de una planta de clasificación de residuos ofrece una serie de ventajas, de plantas de clasificación con separación manual) que implican diferentes ámbitos, desde el medioambiental hasta el económico, impacto en la vida de la comunidad en su conjunto. El reciclaje es rentable (no sólo para el medio ambiente): las plantas de clasificación de residuos ayudan a la economía local). Una planta de clasificación manual de residuos permite:
- Recuperar y valorizar adecuadamente todos los materiales que pueden ser reciclados y que por tanto se transforman de residuos que hay que eliminar en recursos económicos para la comunidad.
- Proteger el medio ambiente y la salud humana limitando la cantidad de materiales que se incineran, eliminados en la naturaleza o tratados incorrectamente al fnal de su ciclo de vida
- Incrementar la "cultura del reciclaje" entre la población mediante la concienciación de la importancia del tratamiento adecuado de los residuos la importancia del correcto tratamiento de los residuos y su recogida selectiva.
- Crear una cadena económica en la que participen empresas de recogida de residuos, centros de transferencia de residuos, plantas de reciclaje y centros de transferencia de residuos, plantas de reciclaje, etc.
- Tener un impacto positivo en términos de empleo, ya que la planta emplea a un número importante de personas.
- Para cumplir con las indicaciones procedentes de la Comunidad Europea, que invitan a los países miembros a procesos virtuosos de gestión de residuos, con el fin de apoyar la llamada "economía circular", basada en economía, en la recuperación, reutilización y reciclaje de las materias primas y no en el modelo lineal de modelo de producción y eliminación de residuos.
Además, no hay que olvidar que la elección de instalar una planta de clasificación de residuos permite, obtener fracciones de alta calidad de material clasificado, ya que la intervención de los operarios permite separar los residuos con extrema precisión. De este modo, los materiales separados pueden ser valor, tanto en términos económicos como de calidad de reciclaje. En cuanto a la calidad del reciclaje, ya que las distintas fracciones de residuos son muy "limpias" y no contienen cuerpos extraños.
Plantas de clasificación de residuos CAMEC
Para obtener el máximo beneficio de la implantación de una planta de clasificación de residuos es necesario contar con sinergia entre los diferentes actores, desde las autoridades locales hasta los proveedores de maquinaria. Por ello, CAMEC trabaja junto a sus clientes para diseñar e instalar plantas personalizadas, construidas y dimensionadas a medida, proponiendo soluciones capaces de responder a las más diversas necesidades.
Para construir una planta realmente eficiente y funcional es necesario tener en cuenta innumerables elementos, partiendo de una estimación de la cantidad de material a tratar y evaluando cuáles son los resultados esperados en términos de los resultados esperados en términos de rendimiento. Una vez definidos estos datos, se puede proceder a identificar la maquinaria que permitirá alcanzar los resultados esperados, eligiendo los sistemas de transporte y cribado adecuados - necesarios para mover los residuos dentro de la planta y para en el interior de la planta y garantizar, en caso necesario, una primera selección mecánica de la masa de residuos y las herramientas adecuadas para preparar los residuos para su separación manual.
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