La tecnología de los paneles solares y fotovoltaicos está ahora muy extendida, también gracias a las diversas normativas italianas y europeas que fomentan la instalación de dispositivos de este tipo en edificios públicos y privados, para alimentarlos con energía producida a partir de fuentes renovables. Se estima que hoy en día, solo en Italia, hay más de un millón de edificios equipados para el suministro de energía solar.
El aumento del número de paneles fotovoltaicos es sin duda una buena noticia para el medio ambiente y el ahorro energético, pero plantea algunos problemas que no se pueden pasar por alto: en primer lugar, la necesidad de desechar adecuadamente los paneles solares que han llegado al final de su ciclo de vida, para evitar contaminar el medio ambiente y recuperar de la mejor manera posible las materias primas que los componen. De hecho, si se tratan adecuadamente, las células solares se pueden reciclar en gran medida y los materiales que las componen se pueden reutilizar, con un importante retorno económico y en pleno cumplimiento de los principios de la economía circular.
La vida productiva de un panel solar oscila entre 20 y 30 años, y dado que la difusión de la energía fotovoltaica en Italia ha crecido exponencialmente desde la primera década del 2000, cada vez más paneles se acercan al final de su ciclo de vida. Por lo tanto, es muy importante identificar soluciones tecnológicas capaces de garantizar la correcta eliminación de estos RAEE, en cumplimiento de la normativa y el medio ambiente.
Paneles fotovoltaicos: cómo se fabrican y cómo se eliminan
La primera buena noticia sobre la eliminación de los paneles fotovoltaicos se refiere a la posibilidad de recuperar la mayoría de los materiales que los componen. Cada panel está fabricado con materiales que son en gran parte reciclables y, a menudo, valiosos, como:
- Vidrio
- Aluminio
- Plástico
- Silicio
- Plata
- Cobre
Todos estos materiales se pueden separar, recuperar y enviar a reciclaje, y si se piensa que un solo panel fotovoltaico contiene más de 100 gramos de cobre, es evidente lo importante y rentable que es el correcto tratamiento de estos residuos, incluso a nivel económico. Se estima que un panel solar, cuyo peso ronda los 20 kg, es reciclable en porcentajes superiores al 95%: esto significa que cada panel individual puede proporcionar varios kilos de plástico, vidrio y aluminio perfectamente reutilizables.
La normativa vigente establece que los paneles solares deben desecharse como RAEE de categoría R4, y por lo tanto no pueden enviarse a vertederos, sino que deben recogerse por separado y tratarse en centros especiales. Los costes de eliminación de los paneles recaen en las empresas fabricantes, por lo que, en caso de necesidad, los propietarios de los sistemas fotovoltaicos deben simplemente ponerse en contacto con quienes se encargaron de su instalación, que están obligados a intervenir y hacerse cargo de la eliminación de forma gratuita.
Sistemas de eliminación de paneles fotovoltaicos de CAMEC
Una vez que los paneles solares han sido correctamente clasificados y entregados a los centros de recuperación adecuados, su tratamiento implica una serie de pasos sucesivos necesarios para separar los diversos materiales que los componen.
Normalmente, el primer paso del tratamiento es la separación manual del aluminio presente en la parte más externa del panel de las celdas propiamente dichas, compuestas por una mezcla de vidrio y plástico. Una vez eliminado el metal, los paneles se trituran por primera vez, lo que permite recuperar el componente de vidrio, que corresponde a más del 70% del peso total de los residuos. El vidrio separado de esta manera se envía para su reciclaje, mientras que los componentes de plástico y metal se someten a otras fases de cribado y soplado que permiten diferenciarlos en función del peso. De esta manera, se pueden recuperar los diferentes tipos de plástico, pero también el silicio y el cobre que componen los cables eléctricos y las propias células solares.
Para lograr este resultado, las plantas de tratamiento deben estar cuidadosamente diseñadas y equipadas con maquinaria especial para la trituración y el cribado de residuos: CAMEC ha desarrollado varias soluciones para el tratamiento de RAEE de categoría 4, como la trituradora industrial TR4A450 de cuatro ejes, adecuada para triturar grandes cantidades de material, o la trituradora monorotor GRR280 , más compacto pero igualmente eficiente gracias a su motorización con empujador hidráulico radial.
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